Una alabanza del señorío de Dios es el alma que está preparada para la misteriosa llamada del Espíritu santo, como un arpa, callada y dispuesta para que él arranque de ella las más bellas melodías. Ella sabe que también el sufrimiento es una cuerda que ha de dar hermosas tonalidades. Por ello está contenta cuando también éste se encuentra en su instrumento, para conmover mejor el corazón de Dios. Una alabanza del señorío de Dios es el alma que está orientada hacia Dios con fiel sencillez. Es como un espejo, que refleja todo su ser. Se asemeja a un abismo insondable en el que Dios puede penetrar. O a un cristal que él puede atravesar con sus rayos.
Desde aquí queremos hacer eco del deseo expresado por Alberta Giménez: "Que Dios haga sepamos aprovechar tantos beneficios y tantos medios como pone en nuestras manos para atraernos a sí" [C. 236]. En este espacio, las Hermanas de la Pureza de María queremos hacernos conscientes de esos beneficios que recibimos diariamente de Dios, queremos acogerlos, agradecerlos, aprovecharnos de ellos, dejarnos atraer cada vez más intensamente por Él y poderlos compartir con todos vosotros.
2/2/10
Alabanza...
"Una alabanza del señorío de Dios es el alma que descansa en él, amándolo con un amor puro y desinteresado, sin buscarse a sí misma en el gozo de este amor. Un alma que lo ama más que sus dones, y que lo amaría aunque no recibiera nada de él.
ESPECIAL EUCARISTÍA (novedades!)
En esta sección iremos poniendo algunos documentos sobre la Eucaristía que nos pueden ayudar a vivirla con más profundidad.
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"Haced, Dios mío, que no desee ni busque nunca más que serviros en la forma que Vos queráis." (M. Alberta)