
La familia de consagrados que encarnan hoy esta forma de vida cristiana está constituida por cerca de un millón de hombres y mujeres en la Iglesia, presentes en todos los continentes al servicio de las Iglesias locales y de los pueblos a los que éstas sirven y anuncian el Evangelio.
Josep María Abella, CMF (Vice-presidente de la USG). L´Osservatore Romano 17.11.2010