A principios del siglo VII, cuando el ejército del Islam saqueó Jerusalén se apoderó de las sagradas reliquias de la Santa Cruz. Éstas serían recuperadas pocos años más tarde por el emperador Heraclio, y recordando este rescate es que celebramos el 14 de septiembre la exaltación de la Cruz.
La tradición cuenta que el emperador, vestido con las insignias de la realeza, quiso llevar en exaltación la Cruz hasta su primitivo lugar en el Calvario, pero su peso se fue haciendo más y más insoportable. Zacarías, obispo de Jerusalén, le hizo ver que para llevar a cuestas la Santa Cruz, debería despojarse de sus vestidos reales e imitar la pobreza y humildad de Jesús. Heraclio con pobres vestidos y descalzo pudo así llevar la Cruz hasta la cima del Gólgota.
Escucha el siguiente canto: "Tu cruz es mi luz"